El síndrome facetario se refiere al dolor originado en las articulaciones facetarias, que son pequeñas articulaciones situadas entre las vértebras de la columna vertebral. Estas articulaciones permiten movimientos como la flexión, extensión y rotación de la columna. Cuando estas articulaciones se degeneran, inflaman o lesionan, pueden causar dolor significativo y limitar la movilidad.

Causas

Las causas del síndrome facetario pueden incluir:

  • Degeneración Natural: El envejecimiento puede llevar al desgaste de las articulaciones facetarias, reduciendo el cartílago y causando fricción entre los huesos.
  • Movimientos Repetitivos: Actividades que implican movimientos repetitivos de la columna, como levantar, torcer o doblar.
  • Artritis: Condiciones como la osteoartritis pueden afectar las articulaciones facetarias, causando inflamación y dolor.
  • Postura Inadecuada: Mantener una mala postura durante largos períodos puede aumentar el estrés en las articulaciones facetarias.

Síntomas

Los síntomas del síndrome facetario pueden variar en intensidad y ubicación, dependiendo de las articulaciones afectadas. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor Localizado: Dolor en la parte baja de la espalda, cuello o entre los omóplatos, que puede empeorar con el movimiento.
  • Rigidez: Rigidez en la espalda o el cuello, especialmente después de períodos de inactividad o al despertar.
  • Dolor al Moverse: Dolor que se agrava al inclinarse hacia atrás, torcerse o levantarse.
  • Dolor Referido: Dolor que se irradia hacia las nalgas, muslos o hombros, pero que no baja hasta las piernas o los brazos.

Diagnóstico

El diagnóstico del síndrome facetario suele implicar una combinación de:

  • Examen Físico: Evaluación de la movilidad, sensibilidad y reflejos neurológicos.
  • Imágenes de Diagnóstico: Radiografías, resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para visualizar el estado de las articulaciones facetarias y descartar otras causas de dolor.
  • Bloqueos Facetarios: Inyecciones de anestésico local en las articulaciones facetarias para confirmar el origen del dolor.

Opciones de Tratamiento

El tratamiento para el síndrome facetario puede ser conservador, intervencionista o quirurgico dependiendo de la gravedad de los síntomas y la respuesta a las terapias iniciales.

Tratamiento Conservador

  • Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura.
  • Terapias de Calor/Frío: Aplicaciones de calor o frío para reducir el dolor y la inflamación.
  • Modificación de Actividades: Evitar movimientos que agraven el dolor y ajustar las actividades diarias para reducir el estrés en las articulaciones facetarias.

Tratamiento Intervencionista

Si los tratamientos conservadores no son efectivos y los síntomas persisten o empeoran, se pueden considerar las siguientes opciones intervencionistas:

  • Inyecciones de Corticosteroides: Inyecciones epidurales para reducir la inflamación y aliviar el dolor en las articulaciones facetarias.
  • Radiofrecuencia Ablativa: Procedimiento que utiliza ondas de radiofrecuencia para desactivar los nervios que transmiten el dolor desde las articulaciones facetarias.

Tratamiento Quirúrgico

En casos raros y resistentes a los tratamientos anteriores, se puede considerar la cirugía para estabilizar las articulaciones facetarias o aliviar la compresión nerviosa.

Conclusión

El síndrome facetario puede ser doloroso y debilitante, pero con un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo, muchas personas pueden encontrar alivio y recuperar su calidad de vida. Si experimentas síntomas de síndrome facetario, es importante buscar la orientación de un especialista en columna para determinar el mejor enfoque para tu situación.