Los cuidados que tengamos las semanas posteriores a la cirugía son importantes para reducir el riesgo de complicaciones y asegurar una recuperación ágil. Lea con detenimiento las siguientes recomendaciones. Es fundamental que siga las siguientes recomendaciones:

Medicación:

Se le prescrebira analgesicos ordenados por su potencia analgésica, en los primeros días despùes de la cirugía el dolor puede ser intenso por lo que es recomendable que siga la puta estipulada. Al disminuir el dolor relacionado con la intervención deberá reducir o retirar la medicación.

El objetivo de los analgésicos no es no tener nada de dolor, es mantener un dolor controlado que permita realizar su actividad diaria y las pautas de ejercicios indicadas por su cirujano sin limitaciones.

Puede ser que su cirujano haya decidido añadir alguna prescripción adicional (por ejemplo, corticoides, Gabapentina o Lyrica). De ser el caso, su cirujano le informará y lo dejará reflejado en el informe de alta. En caso de ser alérgic@ a alguno de los anteriores medicamentos, su cirujano le ofrecerá alternativas a las descritas el.

Cuidados de la herida:

  • Ducharse diariamente con jabón y agua sobre la herida. Esto ayuda a mantenerla limpia y previene la infección.
  • Secar bien la herida luego de la higiene. Puede utilizar un secador de pelo o toallas absorbentes.
  • Realizar una cura diaria de la herida con solución yodada. (Informe a su cirujano si tiene alguna alergia al yodo, esparadrapo, etc.)
  • Puede que las heridas manchen un poco el apósito, sin embargo, debe acudir a urgencias si el drenaje es abundante (que moje todo el apósito), hay irritación, sensación de dolor o secreción purulenta.
  • Se le programará una visita para revisión de la herida y retirada del material de sutura al cabo de 10-14 días de la cirugía.

Recomendaciones generales:

  • Es importante mantenerse activo durante las primeras 4 semanas postoperatorias. Caminar es fundamental, debe aumentar de forma progresiva las distancias de las caminatas. Recomendamos iniciar con paseos muy cortos, pero realizar muchas repeticiones a lo largo del día. Evitar paseos únicos, largos y extenuantes.
  • Como norma general puede realizar cualquier actividad que no suponga un esfuerzo físico, aprenda a “escuchar a su cuerpo”, si una actividad física le produce dolor deje de realizarla.
  • La actividad sexual no está contraindicada a menos que el dolor se lo impida.
  • Está demostrado que fumar tabaco aumenta el riesgo de fallo del material implantado. Además, retrasa la cicatrización de heridas. Si usted es fumador@, limite el consumo de tabaco al máximo posible. Le aconsejamos consultar en su CAP sobre las alternativas que dispone para dejar de fumar.
  • Puede ir en medio de transporte como acompañante pero no puede conducir hasta que su cirujano se lo indique. Cuando viaje, cambie de posición cada 1-2 horas.
  • A partir de las 4 semanas tendrá una visita con su cirujano quien le indicará los pasos a seguir. Estos pasos suelen incluir: inicio de fisioterapia y rehabilitación. Su cirujano individualizará estas decisiones para cada caso.
  • Así pues, como norma general iniciará el proceso de rehabilitación a las 5 semanas post-intervención. (Puede variar en función de cada caso.).
  • Se recomienda mantenerse de baja laboral hasta los 3 meses tras la intervención.
  • A largo plazo (6 meses +) la estrategia más importante para favorecer su recuperación son ciertos cambios de hábito: mantener un peso ideal, ejercitar 3/semana, realizando ejercicios de fuerza, centrados en la faja muscular abdominal-lumbar, abandono del tabaco y realización de estiramientos y fisioterapia.

Prevención de complicaciones:

Deberá acudir a urgencias si presenta alguno de los siguientes signos/síntomas:

  • Fiebre termometrada (>37,9ºC)
  • Signos de infección en la herida como: enrojecimiento, dolor, calor o secreción purulenta.
  • Salida de líquido claro por la herida (similar al agua) que moje el apósito y sea constante a lo largo del día
  • Dolor intenso a nivel lumbar que no cede con los analgésicos pautados
  • Pérdida de fuerza o sensibilidad en una o ambas extremidades inferiores.
  • Alteraciones en la sensibilidad en el periné (labios mayores/escroto, zona perianal) o dificultad en el control de los esfínteres.